miércoles, 27 de febrero de 2008

Incidente diplomático con India

[...]
..... Lo que había empezado como una pequeña noticia en un diario español, corrió como la pólvora por los caminos que entrelazaban los medios internacionales de comunicación.

..... Erre C.A. se convirtió en un fenómeno mediático. Bueno, más que el rano, fue el espíritu de haber querido asimilar, por medio de la ingestión de millones de m3 de agua no recomendables para el consumo humano, aquel otro de un mártir de la resistencia pasiva y la desobediencia civil. Las circunstancias llevan a eso, a que por el mismo motivo y los mismos argumentos, unos sean mártires y otros delincuentes. Y eso fue lo que nos salvó, a él y a mí. Después de andar de acá para ya en las primeras de todos los periódicos del mundo occidental, no ocurrió lo mismo en el oriental, la machotada del rano se disolvió como un azucarillo en el mar. Llegó un momento en que a nadie le interesó el asunto, ni siquiera a Asuntos Exteriores o de Seguridad Nacional. Así entró —y salió— Erre C.A. en la vorágine de la historia que no importará a nadie la semana siguiente, y yo, otra vez, en mi monótona vida. Si no haces para que dure, todo se acaba.
..... Y si quieres vivir conmigo, ya sabes, menos ruido y más nueces.
..... —Ez al devés, Mendugo.
..... —Es como a mí me da la gana, ¿está claro?
..... —Eztá clado... «Jo, como s’ha puezto la convivencia», le oí pensar. Y me sonreí.

No hay comentarios: