Abro el periódico y tras unas páginas que paso por oír su sonido, tengo que dar marcha atrás. Algo ha llamado mi atención y mi mano ha sido más rápida. Sí, allí está el titular.
..........—¿Una rana macho —«¡Sexistas de periodistas!»— ha montado un incidente internacional?
..........Me empiezo a preocupar.
..........Leo la nota con avidez.
..........“Efegehache. India. Fuentes oficiales del Ministerio de Asuntos Exteriores de la República de la India han hecho público un comunicado en el que afirman que una rana macho ha sido arrestada. El batracio en cuestión fue detenido justo en el momento en el que intentaba hacerse con el espíritu pacifista de Gandhi y se bebía el río Ganges (1). No aportó documentación alguna, aunque se expresaba en un dudoso español. El presunto delincuente ha rogado al gobierno indio, según esas mismas fuentes oficiales, que se ponga en contacto con el Ministerio del Interior español, aduciendo para ello, que su padre fue un funcionario del mismo. En su declaración, también citó a un tal Mendugo —«¡NO ME JODAS!»—, al que presentó como aval de su buena voluntad y en casa del cual fija su residencia habitual en España”.
..........Las últimas palabras las leí mirando entre los dedos de las manos que me había echado a la cara.
..........Me empiezo a preocupar.
..........Leo la nota con avidez.
..........“Efegehache. India. Fuentes oficiales del Ministerio de Asuntos Exteriores de la República de la India han hecho público un comunicado en el que afirman que una rana macho ha sido arrestada. El batracio en cuestión fue detenido justo en el momento en el que intentaba hacerse con el espíritu pacifista de Gandhi y se bebía el río Ganges (1). No aportó documentación alguna, aunque se expresaba en un dudoso español. El presunto delincuente ha rogado al gobierno indio, según esas mismas fuentes oficiales, que se ponga en contacto con el Ministerio del Interior español, aduciendo para ello, que su padre fue un funcionario del mismo. En su declaración, también citó a un tal Mendugo —«¡NO ME JODAS!»—, al que presentó como aval de su buena voluntad y en casa del cual fija su residencia habitual en España”.
..........Las últimas palabras las leí mirando entre los dedos de las manos que me había echado a la cara.
...........—¡Joder! ¡Otra que me ha liado el tío este!
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(1) Conviene aclarar que las cenizas de Gandhi se mezclaron con las aguas de este río.
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