Una instantánea nace de un momento, y los momentos nacen del vivir. Pero la suma de instantáneas no es la historia de una vida, falta aquello que une una foto con sus adyacentes, que no son solamente la anterior y la posterior. La memoria, a través de los recuerdos, es capaz de desubicar de un tiempo una vivencia y reubicarla en otro en la que no sucedió. La imaginación pone lo demás. Cuando más anárquicamente se produce este hecho es durante el sueño. Y no hay que olvidar que un sueño es también un deseo, un acontecimiento que gustaríamos de saborear. Y de todo ello, los locos saben mucho, intercalan entre un fotograma y otro una realidad que solo ellos ven. Cuando esa realidad es percibida y compartida por los más de la gente, el loco se convierte en genio, aunque la genialidad no es perseguida por los locos. Aquello que hace que la película sea una línea, curva o recta, o poligonal o mixta, no es otra cosa que [sustituir por la propia opinión].
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2 comentarios:
La manera personal de percibir la realidad.
Hablamos con frecuencia de la realidad como si esta fuera algo único y exacto, pero en mi opinión, nada más lejos de la misma. Existen tantas realidades como observadores y desde el momento en que ninguna de ellas puede ser respaldada por una fórmula matemática, todas son respetables, excepto aquellas que atentan contra el derecho que tenemos todos a vivir, pensar, como nos plazca y que cada uno se cuente el cuento que le valga.
Totalmente de acuerdo. Es un (casi)perfecto cierre, porque tengo un pero. Aunque creo adivinar que el uso de la ciencia matemática es un recurso para negar la exactitud, y, en el supuesto de que algún estudioso avalara percepciones con fórmulas, yo seguiría respetándo la percepción ajena, aunque, a veces, me cueste más de lo que quisiera.
Gracias por "jugar" conmigo.
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