Mi calle, mi infancia. El tiempo ha borrado mis huellas en mi barrio. Ha pintado recuerdos que otros tendrán. Los míos se irán conmigo. Los hoy olvidados serán mañana islas del Alzheimer. Ni añoro, ni miro hacia atrás, sólo cumplo con ellos. Son el sustento de mis sueños, el asiento de mi cansancio, la manipulación de mi verdad, un canto de sirenas sin letra. La seña de mi identidad. Id con Dios, si queréis, pero yo me quedo aquí, componiendo mi día a día, mi desvarío cotidiano, mi buen vivir.
jueves, 24 de enero de 2008
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