Gen y jena

—¿Zabez que queo?

—¿Qué crees? A ver.

—Que montadon la SIA y el FBI pada hasé películaz. Vaya hadtasgo, tío.

—Bueno, es una forma de verlo. Pero tienes razón sobre la saturación.

—Hoé con la zegudidá nasional. ¿Ézoz eztán zedudoz d’algo?

—Sí. Están seguros de que no están seguros.

—Zi no ze metiedan donde no lez llaman...

—Hay quien piensa que se meten poco.

—Pod no lo didán pod Shile y ezo, ¿no?

—Lo de Allende sólo se puede entender si le das importancia a la geopolítica y a las áreas de influencia de las naciones.

—¿Y qué paza, que Shile no tenía ádeaz d’influensia?

—No. Lo que no tenía el Chile de Allende era capacidad de intervenir en otro estado, que no es lo mismo. Otros países en otras épocas han hecho lo mismo, España, el Vaticano, Gran Bretaña... Parece mentira que no lo sepas.

—Ez que la Hiztodia que yo h’eztudiao ze sidzcunquibe a laz guedaz danilez. Hubo una en la Pehiztodia pod una shadca que cazi acaba con todaz nozotaz. Tomamoz nota, y hazta ahoda.

—Mira, eso no lo podemnos decir los de mi especie. Nosotros parece que llevamos el gen de la guerra a gala.

—En el paíz d’Ede Se A...

—Marruecos.

—Zí, Maduecoz, llevamoz a gala el femenino.

—¿El femenino de qué?

El de la jena

—El femenino de hen.

—No entiendo.

—La hena.

—¿La jena?

—Zí, la hena.

—Me has hecho un lío.

—Poz yo no he zacado a colasión loz henez. Haz zido tú.

—¿Pero qué tienen que ver los genes con la jena?

—Lo mizmo que la hente nodmal con laz guedaz.

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