—A mi lo que menoz me guzta de loz calamares negoz ez comedloz.
Luego cagaz d’eze colod.
—Normal.
—Poz cuando me obligaz a comed ezpádagoz luego la miedda no ez amadilla.
—Mira que te gusta esa palabra.
—No en especial. Pedo yo no zoy el único que la dise. Vozotoz la
tenéiz todo el día en la boca.
—¿Quiénes son esos vosotros?
—Loz de tu espesie.
—Porque somos la única especia que habla.
—Vamoz, que yo zoy mudo.
—A ti te doy la palabra yo.
—El cazo ez mashacad, ¿eh?
—Tú has atacado, yo me he defendido.
—No. Tú te zientez atacado, y no te haz defendido, también haz
atacado.
—Así empiezan los follones.
—Y azí terminan: peod qu’empiesan. Nadie quiede comedze zu popia
miedda.
—¡Ya estamos otra vez con la palabrita!
—¿No me daz tú la palaba, lizto?
—Tú tampoco te comes la tuya.
—En eze nadie incluyo a Ede Se A. ¿O yo no zoy nadie?
—Nadie es excluyente.
—Pod yo m'incluyo, ¿qué paza? Y, a popózito, ze t’eztá
acabando la tinta.
—Me extraña, les he echado, aparte de la suya, cuatro bolsitas más
a los calamares.
—No t’entedaz. Digo que ze t’eztá acabando la tinta de la pluma.
¿O no te daz cuenta?
El de la mierda |
....
...
—Vale, ya está. La pluma cargada
—Cazi me dehaz zin palabaz.
—Claro. Y tú mudo reventarías.
—Zi yo fueda mudo quien deventadía zedíaz tú. Que zólo vemoz la
paha en el oho aheno. Y hablando de miedda, ¿loz calamadez zon pada comed hoy?
—Y para cagar mañana.
—Vaya una contestación, padesez un quío.
—Soy un crío. Y más cuando estay contigo.
—¿Y entonsez, pod qué no noz ezcaqueamoz a mediodía y noz vamoz a
comed a una hambudguezedía?
—A mí no me gustan las hamburguesas.
—Entonsez no edez un quío, shaval. Pedo te puedez comed ota coza.
El cazo ez puentead loz calamadez.
—Pero bueno, si no comemos ni tú ni yo en casa, sobra para
mañana. Y estamos en las mismas. ¿O quieres que a mi chica le salgan tentáculos
en la boca?
—No, pedo a lo mehod ze pone modena con tanta tinta.
—Entonces lo que quieres es que, según tú, tu ración de eme se la
coma otro, ¿no?
—Y zi ze puede comed la i, la e, la ede y la a, musho mehod.
—Y me llevas a mí a comer la eme que te gusta a ti.
—Yo me voy a pedid un menú completo con una shizbudyed, zi tú
quiedez una eme, allá tú.
Imagen bajada de www. oliveiragarzon.blogspot.com
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