En memoria de La Raulito
—¿Pod qué no te cambiaz el sistema operativo?
—Porque mi equipo va bien. No necesito más, y mejor no meneallo.
—No digo al oddenadod, digo a ti. Eztáz un poco obzoleto.
—Porque yo no soy una máquina, como diría La Raulito.
—¿Quién ez La Daulito?
—Fue. Murió en dos mil ocho. En pocas palabras: una niña argentina
hincha de Boca y criada (?) en un barrio
porteño que pasó por reformatorios, cárceles y manicomios. Siempre luchó por su
dignidad.
—¿Y tú de qué la conosez?
—No la conozco personalmente, pero allá por mil novecientos
setenta y cinco estrenaron una película basada en su vida. En relidad se
llamaba María Esther Duffau. La peli me hizo pensar en muchas cosas.
—Más o menos. Y gracias por la duda.
—No dudaba, idonizaba.
—Ya decía yo, pero yo pensaba antes de ese año, no te creas.
—No dudaba, idonizaba.
—Ya decía yo, pero yo pensaba antes de ese año, no te creas.
—Poz Ede Se A no z’acoztumba. Ni con eztímuloz como eze de La
Daulito.
—¿Nunca te planteas las cosas?
—¿Pada qué? Me va a dad igual.
—Quizás a los que están a tu alrededor no. ¿Lo has pensado?
—Que t’he disho que no pienzo, ni en ezo ni en na, pezao.
—Pues yo te he oído decir: ”Sabez, Mendugo, he penzao que...”.
—A padte de que m’imitaz mehod con doz copaz, ezo ez una fodma de
hablad, pedo no quiede desid nada. Y, ademáz, nadie m’anseñao a penzad.
—Eso nos ha pasado a muchos. Pero mira, aquí estamos dándole al
magín.
—Ya, pedo penzad ezta mu sedca de comedze el tado, y yo pefiedo
comedme una fabada.
—Y comer está muy cerca de reventar, sobre todo en tu caso.
—No compadez. A mí comed me lo pide el cuedpo, en cambio penzad
queo que me queadía conflistoz intednoz.
—¿Y cómo lo sabes si nunca has pensado?
—He disho queo podque zólo me lo imahino. Y con vedte a ti ya
tengo baztante.
—Tú la máxima de Descartes, pienso luego existo, te la pasas por
el forro, ¿no?
—No, yo dezcadto todo, hazta lo de eze Dezcadtez.
—Además, veo que no tienes muy buena opinión de los que piensan
—Yo no tengo opinionez. La hente me cae mal o bien, zimplemente.
Ezto me guzta, ezto no...
—Vamos, que estás aquí porque tiene que haber de todo. ¿Ni
siquiera tienes dignidad?
—Con eza no ze come. Ez máz, puede que te siede laz puedtaz de una
panadedía.
—No solo de pan vive el hombre.
—Loz hombez no zé, pedo loz danoz y loz locoz aguantamoz algún tiempo a pan y agua,
te lo azegudo.
.
Imágenes bajadas de www. taringa.net y wikipedia
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