—Oye, Mendugo.
… —¿Qué?
… —¿Sabez? H’eztado penzando en lo que me dihizte ayed.
… —¿En qué...? Si puede saberse.
… —En ezo de la hedensia.
… —Ya. ¿Y…?
… —Que zi tú cuando te muedaz me vaz a dehad algo.
… Tardé un momento en responder.
… —Vaya preguntita… No lo he pensado.
… —Poz no lo pienzez. No quiedo nada.
… —Ni los collares de mi…
… —Con tu shica y’habladé yo. Podque, que yo zepa, loz colladez de loz que hablaz zon zuyoz, ¿no? Loz machoz de tu ezpesie tenen musho que apended, ¿eh?
… —También tienes razón.
… —Mida, te puedez imahinad pada qué ez ezta bolza. Pedo, ezo, que no nesezito nada. que puedez dizponed de todo como tú dezeez.
… —Faltaría más, ¡no te jode! Encima que el que se muere soy yo, tú me das permiso para hacer con mis cosas lo que yo quiera.
… —Tene que tened en cuenta que zoy máz hovensito que tú.
… —¿Y eso qué tiene que ver?
… —Hombe, ez lo natudal. Yo lo desía pod zi teníaz alguna intensión…
… —Si supieras las intenciones que me dan…
lunes, 14 de julio de 2008
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