… Erre C.A. me miró y levantó los hombros (o eso me pareció), pero no dijo una palabra. Ante su silencio me vi obligado a pedirle perdón por el malentendido.
… —¿Malentendido? Yo a ezo le llamo un conato d’azezinato. Y no me tidez de la lengua que m'ahogo.
… —Tampoco te pases…
… —¿Qué no me paze? Zi m’he tenido que hased el boca a boca tes vesez. No zé como zoy capá de seguí dezpidando… Mida, zi no puedo ni habá.
… —El boca a boca no se lo puede hacer uno mismo, no seas listo.
… —Vaya que no.
… —Pues no.
… —Poz yo me lo he hesho en el ezpeho del baño. Aunque la veddá, cada ves m’ahogaba máz. Ay, que doló ziento en el pesho...…
… —¿Pero no has pensado que con la boca pegada al cristal no podías respirar?
… —¿Y tú, Adiztótelez d'Ossidente, penzazte que con la cabesa metida en la siztedna llena de agua tampoco…? Que uno tene su codasonsito, hombe…
… —Prometo resarcirte, Erre C.A.
… —Poz y’aztáz hasiendo algo dico de comida y en abundansia, eh.
… —A lo mejor no te conviene llenar el estómago…
… —Zabáz tú lo que me conviene. ¡Hala, a la cosina! Azí dehas codé el aide aquí. Y no m'hagaz habá máz, que no puedo levantá la vos.
… Ya en la cocina le grité:
… —¡TE VOY A HACER UN SUFLÉ!
… Y pronto supe que no le pasaba nada, porque su pregunta, también postulada a gritos, me dejó tranquilo.
… —¿PADA MÍ ZOLITO?
… —¡ZÍ, Y DE SEIS HUEVOS Y MEDIO KILO DE GRUYERE!
… Cuando asomé la gaita por el quicio de la puerta del despacho, porque me pareció oír ruido, vi a Erre C.A. en pleno paroxismo y en medio de una danza parecida a la de los masais, pero a su altura.
… —¿PADA MÍ ZOLITO?
… —¡ZÍ, Y DE SEIS HUEVOS Y MEDIO KILO DE GRUYERE!
… Cuando asomé la gaita por el quicio de la puerta del despacho, porque me pareció oír ruido, vi a Erre C.A. en pleno paroxismo y en medio de una danza parecida a la de los masais, pero a su altura.
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