—Cuando me muera —contesté por contestar, porque estaba a lo mío.
… —Ezo zegudo —e insistió en entablar conversación—. ¿No te lo plantead? Ahoda todo el mundo lo intenta.
… —Ya me lo planteé durante mucho tiempo.
… —Y ganadon laz fuedsaz del mal, ¿no?
… —Efectivamente. Y porque soy tan anticuado que confundo rebelión con libertad.
… —No te pillo, Mendugo.
… —No puedes porque tú no has tenido la bota de nadie en el cuello. A lo sumo un colgante con forma de zapato.
… —¿Y tú zí?
… —A veces todavía la siento.
… —Clado. Y no te llegaba la zangue al sedebo. Pod ezo eztáz azí.
… —Sí. Pero al menos lo mío no es de nacimiento —le dije con retintín al rano.
… —¿Quinzinuaz, tío?
… —Lo que quieras entender.
… —Entonsez no t’entiendo.
… —Mejor así. Y dame fuego, anda.
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