lunes, 9 de enero de 2012

235

—¿Sabes cuántas conversaciones llevamos?
—¿Laz cuentaz? —se extrañó Erre C. A.
—No.
—¡Menoz mal!
—Las cuenta la herramienta del blog.
—¿Y cuántaz zon?
—Con esta doscientas treinta y cinco.
—Pedo ezaz zedán laz públicaz, ¿no?
—Sí, claro.
—¿Y qué me quiedez desí con ezo? ¿Qué hay hente con musha pasiensia?
—Entre otras cosas. Cuando lleguemos a las mil te invito a comer.
—Ladgo me lo fíaz, Mendugo. Pedo tampoco queo yo que vayaz a hasé una coza inuzual, m’invitaz todoz loz díaz.
—Te invito a comer fuera —le aclaré al rano.
—¿En la tedasa?
—No. En un restaurante.
—Vamoz, que cuando lleguemoz a laz mil le toca a Ede Se A una hambudgueza de pemio.
—A veces eres un poco cortito.
—Ziempe zoy codtito, me padiedon azí. Pedo conosiéndote...
—Hombre, habrá que celebrar el acontecimiento milenario de alguna manera, y conociéndote... —le devolví la pulla.
—Qué mal zuena ezo de milenadio. Zuena a antiquízimo.
—Sí, la verdad es que suena mejor centenario.
—Sedá pod el anunsio de la coñá eza.
El anunsio de Sentenadio Teddy
—Podría ser. La televisión tiene mucha fuerza.
—Cada vez menoz, queo yo.
—Gracias a Internet.
—Y a lo mal que lo hasen. Pedo antez ze desía gasiaz a Dioz.
—Es que antes todo lo bueno se le achacaba a él, y todo lo malo al demonio y al hombre.
—Zí, ahoda el demonio ha desapadesido de la ecuasión. Todo ez culpa vuezta.
—¿Y por qué no nuestra?
—Podque Ede Se A no ha hesho nada.
—Eso decimos todos. Pero llevas razón, desde que vivimos juntos no te he visto hacer nada de provecho.
—Te doy convedzasión. Ezo no puedez negadlo, al menoz dozzientaz teinta y sinco vesez.
—Ni que yo fuera un anciano que vive y se siente solo y abandonado.
—Ya vedáz, cuando ze acabe mi mala dasha te voy a buzcá una dezidensía que te vaz a cagá.
—Pues mejor que no juegues a la loteria, no vaya a ser que te toque y la jorobemos.
—¿No quiedez que m’independise?
—No quiero que me eches, que no es lo mismo.
—Ziempe zedáz un pade pada mí.
—Por eso mismo.
—¿Y te quehaz? Pedo zi no quiedez que zea azí Ede Se A va a tené que cobadte un doyalty pod todo lo que publicaz d’él.
—Lo que me faltaba p'al duro.
—De veddá qu’edez mu egodizta y mu antipático. Y pod hoy, z’acabao, hombe.








Imagen bajada de  www.www.anuncios.com y www.policiacehegin.blogspot.com

No hay comentarios: