miércoles, 14 de diciembre de 2011

El criticón

—No zé zi t’haz dado cuenta, pedo te hasen el mizmo cazo que al Sapatedo eze.
—¿Por qué lo dices, por ti?
—No, pod mí no, zino podque te dehan menoz comentadioz en tu blog que a la cofadía del zanto deposhe, como dise Zabina.
—No me importa, ni los comentarios ni Sabina. 
—Vaya que no. Yo t’he oído quehadte y cantá la del pidata coho. Lo disez con la boquita pequeña.
—Cosa que no puedes hacer tú, bocazas —mal contesté al rano porque empezaba a tocarme las narices.
—Y dale con metedze conmigo. Ede Se A hase un comentadio y Mendugo ze le tida a la yugulá. Yo te quitico conztustivamente.
—A lo mejor —recapitulé y me tranquilicé un poco—. Sí, podría cambiar de objetivo y de objeto en el blog. Quizás tengas razón. Pero que sepas que por fuera del blog recibo muchos comentarios de apoyo.
—Acazo zea podque nadie quiede hased públicoz ezoz ánimoz, pod vedgüensa. ¿Te lo haz planteao?
—Ahora no veo yo lo constructivo por ningún lado —volví al mosqueo—. ¿Quieres que me deprima?
—No. Petendo que eztéz contento y zatizfesho con lo que hasez.
—Pues quién lo diría. Pero nunca lo estaré. Forma parte de mi carácter.
—Cadastediztica que quiticaz en loz demáz.
—Vale —intenté que Erre C. A. se frenara en su ataque—. Déjame en paz.
—Ay, Mendugo. Nadie ez difedente. Todoz tenemoz padte de todoz.
—Pues yo espero no tener nada de rana.
—Poz muy a tu pezá zegudo que tenez algo. ¿O no tienes cedebo de reptil?
—Vete al cuerno —me hartó.
—Yo me voy adonde tú quiedaz, pedo laz cozaz zon como zon.
—¿Y cómo son, listillo? —le pregunté con retintín.
El Criticón mayor del Reino
—Dezde luego como tú quiedez no.
—¿Sirve para algo la autocrítica? —le pregunté a ver si le pillaba.
—Ziempe. Te asezca a la dealidá.
—Pues en estos tiempos más vale no hacer autocrítica. Pero hoy estás muy profundo.
—Y tú un poco tonto.
—Vale ya de críticas constructivas por hoy.
—No, hoy me vaz a ezcushá.
—Eso que te lo crees tú y agarré la cinta de embalar.
—Bbbrrrrrrrrrrrrrrrr, mmmmmmmmm, fffffffffffffffffffffff protestó Erre C.A., pero le sirvió de poco.
—Ufff. ¡Qué gusto! —y por fin pude relajarme un poquito y hacer autocrítica que no voy a contar a nadie, por supuesto.










Imagen bajada de  www.srrsbaltasargracian.blogspot.com

1 comentario:

Crul dijo...

¿Por qué será que me he dado por aludido? :D