lunes, 8 de octubre de 2012

La exposición

—¿De dónde vienes con esa cara?
—De ved una ezpozisión fotogáfica.
—Pues te has aburrido.
—A ved. ¿A quién ze le ocude exponed hoy en día en blanco y nego?
—Anda que entiendes tú de fotografía.
—Y todoz loz modeloz edan, ademáz, viehoz. Nunca he vizro tanta aduga hunta.
—A mí, los retratos en blanco y negro, me gustan más que a todo color.
—Poz a mí, todoz loz que me hasez zon a colod.
—Porque tú no tienes el tiempo dibujado en la cara ni en el cuerpo. Tu piel cuenta poco.
—¿Qué quiedez, que me tatúe?
—Sería mejor que te hicieras un bordado. Te luciría más.
—Pero odio laz aguhaz. Y, ademáz, ya tengo loz tez lunadez en el pesho. Y como vez zon en tesnicolod.
—Esos seguro que son antojos de tu madre.
—¡Antohoz! Zí que edez de la época del blanco y nego.
—Y a mucha honra. Fíjate, la primera foto que tengo en color es de mi primera comunión. Me la hizo mi tío, que por aquella época era rico. La oficial, la que pagó mi madre en un estudio, es en blanco y negro.
—Habá que verdte.
—Pues bien majo que era.
—Cazi todoz loz animalez cuando zon quíaz zon una monada.
—Excluirás a los renacuajos. Son horribles. Cabezones, con cola, sin extremidades, ...
—¿Tú te zabez el cuento del patito feo?
—Claro que sí. Pero de un cisne a una rana va un abismo.
—El mizmo qu’ente un bebé y un vieho dequépito.
—Yo ni soy viejo, ni decrépito. Además, decrépito incluye ser viejo, así que es una redundancia.
—Ede Se A zabe lo que ze dise.
—Pero lo dice mal.
—Lo digo como quiedo.
—Y el fotógrafo hace las fotos y las revela como le da la gana.
—Y hablando de dedundansiaz, toda la ezpozisión es una dedundansia.
—¿Por qué?
—Podque todaz laz fotoz zon igualez: un dozto aduhao.
—Eso más que una redundancia es un tema. ¿O todas las caras te transmitían lo mismo?
—A mí zí. La vehez ez fea.
—Puede ser, no lo niego.
—Y tizte.
—También.
—Y un atazo.
—¿Un atraso?
—Zí.
—Yo diría lo contrario.
—Cada uno defiende lo que tiene.

No hay comentarios: