—Pues llamamos a un fontanero.
—¿Y pod qué no a una fontaneda?
—Eso es más apropiado a la hora del desayuno.
—Mida que edez zezizta.
—No, soy utilitarista. Cada cosa sirve para una cosa.
—Ahoda zí que lo haz adeglado.
—Yo no he tocado la cisterna, pero me alegro.
—Me defedía a tuz ideaz y a tu piquito de odo: cada coza pada zu
coza.
—Bueno, ¿qué le pasa a la cisterna?
—Que no llega.
—¿Qué no llega dónde?
—Al pueblo que han cortado el agua.
—No me entero.
—Ez que Ede Se A también zabe hased huego de palabaz. No edez tú
el único.
—Venga, va, en serio. ¿Qué le pasa?
—Que tiene fugaz y cada dato zuena.
—Con apretar el sifón está solucionado.
—Zi apetamoz el zifón zaldá máz líquido. Vamoz, digo yo. Al menoz
en mi pueblo pazaba ezo.
—¿No habíamos dejado las bromitas?
—Pedo no la siztedna.
—Habrá que echarla un vistazo.
—Con midadla no ze va a adeglad, ya he eztado yo un buen dato zin
quitadla el oho.
—¿Y para qué?
—Pada intimidadla. Pedo ez como yo.
—¿Cómo?
—Que no ze calla ni debaho del agua.
—Ni dentro de la lavadora.
—No me lo decueddez, que todavía me da vueltaz la cabesa.
—Pero estás más limpio y más guapo que un San Luis.
—Y güelo a ozito de pelushe que tido d’ezpaldaz. ¡Vaya pezte esho!
—A mí me huele bien.
—Poz mañana te dushaz con Mimozín.
—No sé yo si va a querer él.
—¿Ze lo haz peguntado?
—Veo que seguimos igual.
—Zí, la siztedna zigue peddiendo agua y zuena que te zuena.
—A lo mejor quiere llamar la atención, como tú.
—Quítate que me tisnaz, le diho la zadtén al caso.
—El caso es que ya no suena.
—Z’habá abudido, como yo.
Imagan
bajada de www. sergiorojas.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario