Tarifas

—Ese móvil no funciona.

—Pedo vizte.

—¿Te cuento un chiste?

—Pedo que zea bueno.

—A mi me ha gustado.

—Poz venga.

—Hay un gitano apoyado en la barandilla de un barco con un móvil entre las manos y se acerca otro. Al verle pálido pregunta el que llega: ¿Tú eres de vomitar? Y el otro le contesta: No. Yo soy de Vodafón.

—Vez. To el mundo tiene móvil menoz Ede Se A.

—Pues cómprate uno.

—¿Pada qué?

—¿No dices que tiene todo el mundo menos tú?

—Ez que no lo nesezito.

—Ni tú, ni nadie. Pero hace la vida más cómoda.

—Ezo zedá pada el qu’eztá pod ahí todo el día sazcandileando, no como nozotoz que zalimoz menoz que el zol en el Polo Nodte.

—También puedes acceder a Internet y todo lo que conlleva, aparte de otras cosas, claro.

—A mi ezo ya me pilla mayod.

—Excusas.

—Zí, la veddá, la coza ez que ez un gazto.

—Depende.

—Clado que como lo uzaz tú, pocaz empezaz de telefonía hadían negosio.

—Es que, que se me vaya el dinero por ahí me duele.

—A ti te duele zi ze te va pod cualquied lao.

—¿Y qué me dices de las tarifas?

—Que zon máz complicadaz que un desibo de la lus.

—Y ninguna empresa te da el mismo paquete de servicios.

—Pada que no compadez pesioz.

—De todas formas las telecomunicaciones han experimentado un gran avance.

—Y todo gasiaz a que habláiz.

—¿Tú no hablas o qué?

—Zólo en tu imaginación.

—¿Me estás llamando loco?

—No, inosente.

—Cosa que agradezco.

—Zí, t’he llamao cozaz peodez.

—No por teléfono.

—Poz zi quiedez te llamo al móvil dezde el fiho y te pongo a padid.

—Déjalo, anda. Que a veces solo dices tonterías.

—Laz que tú pienzaz.

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