… —¿Pedo tú no edes Mendugo?
… —No, sólo tú me llamas así.
… —¿Y pod qué me lo contaz a mí?
… —Para escucharme.
… —O zea, que te impodto un pimento.
… —No, no es eso. Es que, al fin y al cabo, no dejas de ser un muñeco.
… —¡Tócate loz cohonez! Cómo zi yo no tenieda zentimientoz.
… —¿Los tienes?
… —Yo teno de to. Teno shopitoz, gambaz, calamadez. Y zobe to, ganaz de viví.
… —A costa de los demás.
… —A cozta de cualquied pena.
… —Si tuvieras que tirar del carro hasta una meta que cada día se aleja tanto como se anda, ya veríamos lo que pensabas.
… —¿Tú queez quedes el único que no encuenta lo que buzca?
… —No. Pero, a veces, tengo la sensación de no saber lo que encuentro.
… —Toma, anda. Éshate un pudito conmigo.
… —¿Ves a lo que me refiero?
… —Quel tabaco lo hayaz pagado tú, no quede desí na. Edez un goizta.
… —Que lo dices tú.
… —Tío, eztáz máz peddido que un maeztoezcuela.
… —Toma, anda. Éshate un pudito conmigo.
… —¿Ves a lo que me refiero?
… —Quel tabaco lo hayaz pagado tú, no quede desí na. Edez un goizta.
… —Que lo dices tú.
… —Tío, eztáz máz peddido que un maeztoezcuela.
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