domingo, 4 de mayo de 2008

Los churros


—¿Tú tamén quedes shudoz?
—No. No tengo hambre. Sólo voy a tomar café. ¿Qué tal el finde?
—Shulo. En Madí eda un puente guapedas.
—Pero si tú estás siempre transitando uno.
—No queas, a vesez macozto a dezcanzá.
—Corrijo. O en puente continuo o en posición horizontal.
—Tamén m'alimento —siguió el rano de buen humor mientras el mío se deterioraba.
—Ya no corrijo más. Tú sabes lo que quiero decir.
—Meztáz dando el dezayuno, Mendugo.
—Y la comida, y la merienda, y las cenas… —ironicé.
—Dezde luego le quitaz a uno laz ganaz…
—A uno quizás, pero a Erre C.A. no.
—Ezo que lo disez tú. Iba a limpiá loz bañoz, pedo ya maz contadiado. Ya no hago ni uno.
—Y doce.
—Ezta caza zólo tene doz bañoz.
—No. Digo que el churro que te estás comiendo hace la docena.
—Mejor que tidadloz.
—Para mí es lo mismo.
—Vete a la miedda, Mendugo.

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