… —Yo no zé codé, Mendugo, zólo bincá, zaltá…
… —Ya. Siempre saliéndote por la tangente.
… —Tenez dasón. Tantaz pedzonaz huntaz me azuztan, no me guztan. La Univedzidá eztá mazificada. Tan hente mesha patás.
… —Tangente, Erre C.A., no tantagente. Salirse por la tangente es irse por los cerros de Úbeda, huir del centro del problema…
… —Yo no teno ningún pobema. Acazo tú. Yo queo que cuando mayodes oz haséiz, máz dificultadez oz buzcáiz. Oz pazáiz la vida tatando de solucionadlos y oz olvidáiz de viví.
… —Al menos eres congruente, porque, tú te regalas una vida que no veas.
… —Haste dano.
… —Sí, lo que me faltaba.
… —Dejadse el pelo ladgo no lo ez to en ezta vida.
… —Vete al cuerno, Erre C.A.
… —Oye, que haz empesado tú. Yoztaba aquí, tanquilo, zin hasé na.
… —Ése es el asunto.
… —¿Cuá? ¿Qué zoy felí zin hasé na?
… —Sí.
… —Envidiozo.
… —Vago.
… —Ya… ¿Tú zabez lo qu’ez una debeca?
… —¿Un jersey de lana abierta?
… —También, pedo ez lo que mi made me ponía cuando ella tenía fío. ¿Entiendez?
… —No vuelvas otra vez a lo mismo.
… —¿Que no vuelva de dónde?
… —De la mierda.
… —¡Qué zalao, el letdas este!
… —Que no me llames así. ¡Coño!
… —Vale, vale. Pedo pada que veaz que tezcusho y te despeto, me voy a poné a leé un datito. Y pada leé, nesezito zilensio.
… Esta vez el que abandonó la habitación con protestas fui yo.
… —Encima me manda callar. ¡Será posible! Lee, anda, lee. Así te callas un rato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario