miércoles, 14 de mayo de 2008

Los recuerdos

Recorrer con los sentidos la memoria es un continuo sobresalto. Lejos del tópico de revivir todas las primeras veces, el rompecabezas que se forma aconseja quedarse entre las sombras y sugiere infinidad de posibilidades. La novela íntima que se lee está salpicada de una y mil digresiones sin que, por el contrario, se detecte un hilo conductor más allá de la sorpresa. Recordar es un ejercicio inútil para los músculos, grato cuando se sabe uno feliz y agrio cuando se depuran responsabilidades. Los recuerdos mal entendidos son pistas para volver a un lugar inalcanzable. Lo contrario son los sueños por cumplir. No recordar los motivos de las decisiones nos hace libres para equivocarnos. No siempre acertamos, porque no siempre tenemos a la vista el centro de la diana. En otras ocasiones no somos capaces de verlo, y, a veces, no nos interesa acertar.

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