jueves, 8 de mayo de 2008

Daños colaterales

—¿Qué haces con ese casco?
—¿No vez la queztá cayendo?
—Pues según lo que yo percibo, todo sube. El euribor, el paro, los precios…
—Ziempe tan matedializta. ¿No pienzaz en la educación, en la infancia, en ladolezsensia, en la cultuda? Todo ezto va cada ves peó.
—Erre C.A., cuando no llegas a fin de mes, lo que menos te preocupa es quien vive al lado.
—A ezo me defiedo. Eztáz en ezte mundo podque tene caber de to. Yo queo que ez cuestión dedecasión. Ez la única forma de luchá conta la obzezión del dinedo.
—Eso lo piensas porque tienes los garbanzos asegurados, colega.
—No, ezo lo pienzo podque zoy capás de penzá. Podque zoy un ezpiditu libe.
—Acabáramos. Te has hecho filósofo.
—No. Me he hesho daño leyendo el periódico.
—Eso son daños colaterales de la cultura.

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