lunes, 31 de marzo de 2008

Hay días que no tengo paciencia

—Mendugo.
—¿Qué?
—Quedo poponedte un negosio.
—Tú dirás.
—¿Sabes el podusto que no h’encontao en El Codte Inglé?
—Pues no, no lo sé.
—Maquinillaz d’afeitá pada danoz.
—Me quedé perplejo.
—No ponas eza cada. El que da pimedo, da doz vesez.
—Seguí perplejo.
—Con un buen anunsio to ez pozible.
—No salía de mi perplejidad.
—Con una dana tó model acadisiando a un suped dano y una muziquilla zugedente… Con publisidá ze vende hazta el Güindoz Vizta.
Me entró una mosca en la boca.
—Tazquedao zin palabaz. ¿A que zí? ¡Zi ez que zoy una máquina penzante!
—La mosca salió de mi boca.
—Lo ziguiente ez ota maquinilla de coló dosa pada que laz danaz se dezbellen. Y azí hazta competá la gama de, escucha, UNA DANA ZIN PELOZ E UNA DANA FELIS. ¿Qué te paese?

Ese día, Erre C.A. se quedó sin postre, por gilipollas.

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