Baño y secado de Erre C.A.

—Has dejado el agua del color del carbón. No me he atrevido a echarla por el sumidero de la pila, por si es contaminante. A ver cómo le pregunto yo al guarda del Punto Limpio dónde vierto esta agua tan negra.
.... —Ez que me metí en el Gangues, Mendugo. Ya zabes, el ezpditu de Gandhi.
.... —Sí. Mejor no me lo recuerdes, anda.
.... —Y paese qu’he adelgazado.
.... —Eso no lo sé, pero has perdido peso, te lo aseguro.
.... —Me noto máz flacusho… Y zin badba. No zabía yo quel agua de Madí dasudada.
.... —No rasura, Erre C.A., pero junto con el jabón limpia. Vamos, que quita la mierda.
.... —Poz podíais mandá una poca a India. Aunque mehod no, pod si me voy ota ves. Allí eda tan felí…
.... —Pues ya sabes, yo te pago el billete de ida. Seguro que en dos días me lo ahorro en la comida y en disgustos.
.... —Sagedao… Oye, Mendugo. .... —Y ahora qué quieres.
.... —Que ze ma hesho la bocasa máz gande pod está a demoho.
.... —Pues lo que nos faltaba para el duro. Ahora vas a poder pedir y comer más.
.... —Tú ziempe penzando en lo mizmo. Otos piensan en el zeczo. ¿Tú no?
.... —Contigo enfrente no, no se me viene el sexo a la cabeza.
.... —Pedo tú edes un anima zeczuado, ¿no?
.... —Hasta que esta mañana he ido al baño, sí, sí que lo era. Pero mi relación contigo es simplemente de siervo a huésped. Porque, me contarás…
.... —Según lo contaz, tío, lo nuesto no é una delasión, é un pobema.
.... —Bien, pues llegados a un acuerdo, resolvámoslo.
.... —Vale, tú te callaz, pienzaz en el zeczo, y yo hazo mi vida.
.... —Eso me suena a que el único que cambia de actitud soy yo.
.... —Dezo na. Yo maguanto y no me meto en la tuya.
.... —Eso habría que verlo, colega. Y deja de jugar, a ver si te secas de una vez y puedes entrar en casa.
.... —Ezo digo yo, podque la noshe ha sido fina aquí colgao.
.... —¿Ya no te pones tus collares?
.... —¿Qué quieres, que me se osiden?
.... —Pues dentro de la boca no creo yo que estén muy secos.
.... —Sabas tú, shaval, como ez mi zaliva. El día que te dé un lengüetaso te vaz a entedá.
.... —Ese día no vas a tener cielo para dar vueltas de la patada que te ganas.
.... —Uy, qué medo, el sietemashos. Ya podás con un dano pasifizta. Y que zepaz que volvedía a poné el oto cadillo del culo.
.... —¿Por qué crees que no lo hago? Porque no serviría de nada. Volverías, te gusta demasiado la buena vida.
.... —Zí. No te hode, sedá la que me das tú. A las puebas me demito. Solo falta que me colgues boca a baho.
.... —Oye, es una idea. Verás, ponte así.
.... —¡Mendugo, no! Nooooooooooooo.
.... —Que sí, tonto, que así te secas antes.
.... —¡La made que te padió! Cuando pueda voy a llamá a ADENA o a Din Pis.
.... —Ahí te quedas hasta que te seques.

.... —Sedá cabón, el humanoidez ezte.