—¿Tú leyendo un periódico?
—Zólo loz tituladez y laz ofedtaz d'empleo.
—Lo mínimo, vamos.
—Queo que van a inztalad un banco malo. No zé quien ze va a zentad
en él, podque zi ez malo no va a aguantad el pezo de nadie, y menoz el tuyo.
—No hablan de mobiliario urbano, sino de entidad financiera. Lee el artículo.
—Poz peod me lo ponez.
—Ya te digo. Y en paralelo podrían montar un partido político
malo, un gobierno malo, un ministerio malo, una televisión mala y que metieran
en ellos todo lo tóxico de esas instituciones.
—No, zi te lo digo podque no entiendo como ze puede quead una
empeza pada pedded dinedo. Yo queía que eda al contadio.
—Es que la empresa no va a perder dinero.
—¿Y pod qué le llaman banco malo entonsez?
—Porque pasará como el malo de la película, pero seremos nosotros,
los contribuyentes, los que pagaremos esas pérdidas.
—A vez zi lo entiendo que m’eztoy hasiendo un lío. El Gobiedno
monta un banco, compa toda la miedda que han acumulado loz bancoz buenboz...
—Pero se la compra barata.
—Bueno, pedo al fin y al cabo compa miedda, ¿no?
—Sí.
—Y luego la vende máz badata que la ha compao y todoz contentoz.
—Todos no.
—¿Y quién va a compad al banco malo toda eza podquedía? Porque
todo el mundo va a zabed que lo que venden ez ezo, podquedía.
—Como la vende más barata que la ha comprado, como muy bien dices,
quizá con el tiempo haya quien se haga de oro. Aquéllos que puedan aguantar a
que escampe.
—Que poz zupuezto no ez hente de a pie.
—No. Ese es el secreto del capitalismo. Que en las crisis es
cuando la gente de posibles duplica sus posibles comprando y vendiéndonos la
mierda., mientras la gran parte de los que no tenemos mucho nos la tenemos que
comer. Porque el fin de la aparición de un banco malo no es otra que liberar a
los bancos buenos, que no deja de ser un término incongruente, de sus errores para
que den crédito a las personas y entidades solventes.
—O zea, que ezoz llamadoz zolventez piden un quédito a loz buenoz
pada compad la miedda del malo. Luego, aguantan una tempodada y noz venden la
miedda máz cada.
—Bueno, es una forma de verlo. Y no dista mucho de lo que hace el
Banco Central Europeo, que financia a bajo interés al resto de bancos en vez de
dar créditos baratos a los ciudadanos directamente.
—¿Zabez lo que te digo?
—Pues no, no soy adivino.
—Qu’eztoy pod idme a vivid a una shadca y hasedme dano de pleno
dedesho y dehad ezta fodma de vida tan abzudda.
—No eres el primero que piensa eso. Aunque tú si estás en
condiciones de hacerlo. Yo no iba a pasar por un batracio ni pintándome de
verde.
—Mida, tampoco ez mala idea... Azí entendedíaz aquello que Ede Se
A ziente en tu mundo.
—Ya, pero a ti te gusta la fabada, y a mí los insectos y las
larvas no me van.
—Bueno, poz noz llevamoz un cadgamento de latad de fabada podque
yo ya m’he esho a vueztoz alimentoz, lo que no me acoztumbo ez a vueztaz
mieddaz.
Imagan
bajada de www. acatos.es
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