lunes, 28 de abril de 2008

La espera

Se me va la vida en sobrevivir, y entre quejas alejo la ilusión. Acaso el aplauso serviría de algo; pero, como todo, sería pasajero. Lo exterior lo es. La fuente es la cuestión, lo íntimo, aquello que se agarra como la mugre a las uñas. Y no encuentro el pomo de la puerta que palpo a oscuras. Acaso un golpe de viento ayude. Esperemos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El que espera desespera dice el refranero, que es muy sabio...
¿Acaso hemos venido aquí para esperar ? ¿ a qué ? no no hay nada que esperar, hay que salir al encuentro de las cosas y seguir creciendo aún más. Ninguna tormenta es permanente, es únicamente nuestra apreciación de las cosas lo que nos puede hacer que el sol no salga.