—Le voy a compá a mi pade un molinillo de
pimienta.
—No te lo tomes a mal, pero tu padre
lleva tiempo desaparecido y no cocinaba.
—Ya, pedo yo zoy un buen hiho.
—No tiene sentido regalar algo a una
persona que no está.
—¿Y zi vuelve?
—Bastante regalo será su vuelta.
—Cómo ze nota que no zabez de qué va la
vaina, Mendugo. La mente nesecita poned puntoz finalez, zi no, la ezpedansa se
conviedte en una todtuda.
—¿Sigues pensando que tu padre está vivo?
—No, no lo pienzo. Lo dezeo. Y eze dezeo
le tengo clavado en el codasón. ¿Lo entiendez?
—Un poco.
—¿Te imahinaz que uno de tuz hihoz
dezapadesieda?
—No.
—Inténtalo.
—No, porque no quiero siquiera
imaginarlo.
—Eza ez la cueztión. Y eza cueztión te
lleva a dezeá la muedte en forma de cadaved deconosible y fehasiente de lo que
máz quiedez. Eze ez el madtillo que golpea la aztilla de la ezpedansa que ze
clava aún máz en tu pesho.
—No sé qué decirte.
—Ezo lo podíaz habé penzado antez de
quiticad mi abzuddo degalo.
—Te pido perdón. Y para demostrarte mi
arrepentimiento, te ofrezco correr con el cincuenta por ciento del coste del
molinillo.
—Asepto pada agadesedte tu henedosidá. Pedo
lo zuyo sedía que codiedaz con el sien pod sien. Con ello no zólo depadadíaz plenamente
tu meteduda de pata, zino mi maltesha economía. Pienza que todavía no he podido
hededá. Ede Se A no ez capás de zolisitá la muedte sivil de Giuseppe.
—Eso lo llamo yo chantaje moral del tal
Erre C. A.
—Y yo una buena assión y una codesta fodma
de dehabilitadze.
—Te doy cincuenta euros y no alargamos el
tema.
—Hesho. Zean bienvenidoz.
—Pues espera, que voy a por ellos.
—Zi, mehó páhado en mano que siento
volando.
Volví con el dinero.
—Toma.
—Gasiaz, que dioz te lo pague con una
buena novia.
—A mí, lo que menoz me avía ahora es una
novia.
—Poz me la pazaz.
—Eso es puro machismo.
—No, en ezte cazo yo defiendo a la muhé,
podque queo que ez una cueztión de guzto. Zegudo que ente un goddo canozo y un
dano pintón, elihe al batasio.
—Ya... Por aquello de que si le da un beso se
puede convertir en un príncipe.
—Zi, hombe. Tú zigue queyendo en cuentoz
que zegudo que te zacan otoz sincuenta eudoz.
1 comentario:
Gran final, buenísima versión del chiste del enano-duende xD
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