miércoles, 11 de junio de 2008

El showenir

—¿De dónde has sacado esa porquería, tío?
—Ez un zuvení.
—Pues menudo recuerdo.
—Eda lo único que había en la tienda. Ezto y condenaz. Y la veddá, condena ya tengo baztante contigo.
—¿Vendían mierdas y condenas?
—Zí. En el Miniztedio de Huztisia. Con la gan cagada deztoz añoz han hesho llavedoz pada decavá fondoz podque dise el minizto deconomía que no hay pada tanto.
—Pues yo creo que sí hay para tanto, y para más. Si es verdad lo que dicen los medios de comunicación y algún que otro juez, la situación de la justicia es bastante… Bastante…
—¿Gotezca?
—Sí, eso. Grotesca y nauseabunda.
—Poz pod ezo debe ze lo deztoz llavedoz. Aunque, al fin y a la postde, venden lo mizmo que la mayodía.
—En eso también estoy de acuerdo.
—Mida, ez la pimeda ves que coinsidimos en doz cozaz zeguidaz.
—Sí. No hay mal que por bien no venga. Al final van a conseguir que nos pongamos todos de acuerdo.

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