domingo, 29 de junio de 2008

El apetito

—¿Ta entao algo en loz ohoz?
—Sí. Nostalgia, cariño y unos recuerdos.
—¡Poz zi que tenez loz ohoz gandez!
—De padre. Ver la firma de mi hijo con cinco o seis años en todos los libros de la colección que le regalé me ha alegrado y ha evocado los tantos ratos que compartimos. Yo le leía, él, acostado, escuchaba y se quedaba dormido. También con mi hija tuve esos momentos. Ahora han crecido.
—¿Y pod qué no me leez a mí? Yo no voy a quesé, y zé mu bien excushá y dodmidme.
—Verás, es que yo también he evolucionado. Ya he tenido bastante con ellos. Aparte de gustarme, también les leía para abrirles el apetito. ¿Entiendes?
—Zí. Y vaz a tené dasón. Yo no nesezito que me abas el apetito.
.

No hay comentarios: