… —Es que se me han fundido los plomos.
… —O zea, liztillo, ¿Quedez desí que tú edez la lus del mundo, el zol de la vida?
… —No. Quiero decir que has estado quince días dentro de un armario.
… —Poz yo no quedo viví dento de un admadio.
… —Lo que tú quieres me la trae floja.
… —Ezo no ez una novedá.
… —Pero sí una realidad. Tú sólo vives en mi interior.
… —Y una miedda.
… —Lo que tú quieras, pero siempre serás una proyección del que llamas Mendugo.
… Erre C.A. se echó a llorar, y entre sollozos se reveló una vez más:
… —Yo no quedo sé una poyesión.
… —Ni yo quiero ser Mendrugo y aquí me tienes.
… —Te odio.
… —Yo también, por eso he hecho de comida menestra de verduras.
… —¡Qu’asco! Yo zólo quedo la cadne.
… —Pues como no te comas un anca…
… —¡Jo! Doz zemanaz en un sulo y selebamoz la libedasión con vedduda. Cualquied día me ladgo y no me vez máz el pelo.
… —Nunca te lo he visto.
… —Podque no zabez midá.
2 comentarios:
que alegría volver a verte!!!
QUE ALEGRÍAAAAAAAA!
Ya te vale Mendrugo......
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