—No, de momento no.
—¿Y ezo?
—Mira, ayer me acosté a las cuatro de la mañana, me he levantado a las nueve,
he ido a comprar unos olvidos, repollo y el pan, he hecho un cocido y me siento
ahora mismo que son..., que es..., la una y media. Y todavía me falta rematar
el cocido.
—¿T’eztáz quehando?
—Pues no lo sé, en principio sólo
pretendía contarte el motivo por el que no me he puesto a escribir. ¿Y tú qué
has hecho en toda la mañana?
—Nada, y zi Ede Se A hubieda nasido con
fafadique ze lo había eztado tocando.
—Jo, pues no sabes la suerte que tienes.
—¿Pod no tené fafadique?
—No, por tener la posibilidad de
tocártelo.
—Oye, oye, que llevo ezpedando toda la mañana, y lo que me queda, pada podé
comedme eze cosido. Cosido que otoz no han dematado todavía. Gasiaz a mí ze acaban
todoz loz cosidoz que hasez.
—Muchas gracias por tu sacrificio, pero
podías acabar también el repollo.
—No me guztan laz cozaz doblez. Pedo de
nada, que pod musho que uno haga ni ze lo pagan ni ze lo agadesen. Que no me
acabo el depollo, dise... No te daz cuenta que edez tú el que impone laz nodmaz y
loz ditmoz.
—Lo siento, pero no me había dado cuenta.
Tendré que corregir mi tendencia al absolutismo.
—Vaya, me alego que tomez eze camino,
dishe musho de ti. ¿Y cuánto falta pada comé?
—Una hora, más o menos.
—¿Me da tiempo a eshadme una minizieztuqui?
—Tú sabrás. Pero este año es bisiesto, no
trisiesto.
—Vaya, todo lo eshamoz en cada.
—Me gustaría saber de dónde sacas tantas
ganas de dormir.
—Del mizmo zitio que laz ganaz de comé.
—¿Y las de trabajar?
—Ezaz no laz encuento, pedo baztante
tabahadon mi made y mi pade pada zacadme adelante.
—Los míos también.
—A mí no me quiadon tuz padez, azi que no
mientaz, que yo eztaba allí.
—Venga, que tengo que rehogar el repollo
y cocer los fideos.
—Zi ez que te guzta musho pegá la heba, y
dehamoz de hasé laz obligaciones.
The Tedminatod of the cosidoz |
De esta conversación saqué la conclusión
de que me estaba equivocando en algo, que estaba haciendo algo mal, y no era
precisamente el cocido. Pero como dice el rano: mis obligaciones son mis
obligaciones.
1 comentario:
Muy a tono la taza, jeje.
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