Leyendo algunas noticias, que me evocan otras similares y anteriores, me viene a la cabeza Tomás de Aquino. Creo recordar que tuvo un sueño (cuentan) en el que se veía (él o un niño) en una playa tratando de vaciar de agua el mar. Quería meterla en un hoyo que había hecho. La moraleja era que eso es tan factible como que él entendiera a su Dios. A mí me pasa algo parecido cuando veo que el hombre (indeterminado animal) trata, si no de vaciar los océanos, sí de llenarlos con petróleo; me es inconcebible, me supera.
lunes, 10 de diciembre de 2007
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