Hoy he pasado por la librería (tienda donde venden libros). En la estantería donde los libros más vendidos se ordenan y publicitan, he descubierto uno de Jiménez Losiento. No es que sea noticia (para mí) que este pollo escriba, todos tenemos derecho, aunque no cualidades morales. La noticia me ha llegado al ver que hay gente que lo compra. Hay terroristas de la vida, terroristas de la muerte, terroristas de estado, etc., y también los hay de la palabra. Estos últimos necesitan de individuos que les oigan (lean). No pensaba yo que hubiera tanto demócrata sordo o tanta persona democráticamente teniente. Comprar un libro debería ser un acto de libertad y no de afirmación de intolerancias e insultos. Y no hablo del libro, que autores más dignos tengo yo apartados y olvidados, sino del personaje, del autor. Leer a este tío, intuyo y prejuzgo, debe ser como leer al autor de Mein Kampf (Mi Lucha).
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