He leído en la revista MUY INTERESANTE (nº 317, pág. 26) que Andrew Keen, uno de los pioneros de la Red, opina que “los blogs de aficionados harán desaparecer la verdad” (¡Hostias, tú!). Y aún llega más lejos con sus juicios al “afirmar que la Web 2.0 se está cargando la cultura y que las opiniones de niñatos de 14 años pueden sustituir la sabiduría de un profesor”.
..........Pues yo, señor pionero Keen, creo que con la proliferación de opiniones, en blogs o no, no se atenta contra algo tan importante y tan subjetivo como la verdad, patrimonio de la humanidad y no de unos pocos. Creo que los periodistas, incluidos los cultos, que los hay aunque no abundan, no corren peligro de extinción como la verdad que tanto se esfuerzan en disimular con el fin de crear opinión política o de intereses desconocidos, aunque intuidos.
..........Creo que es más verdad la mentira (la ilusión, la fantasía) de los críos incultos de 14 años que la manipulación de unos maduros (?) titulados; profesionales de la comunicación vendidos, no en todos los casos, a los poderes por necesidades económicas y de supervivencia, menesteres que cualquiera de los adolescentes quinceañeros, blogeros o no, todavía no posee por lo general.
..........Creo que la vuelta de los expertos, saturados de perjuicios y dependencias, traería el dogma. Y para dogmas ya tenemos los de las iglesias.
..........Creo que si no tenemos en cuenta las opiniones de los niños, de los jovencitos y de los ancianos (¿por qué no?), unos incultos y otros no tanto, estamos cometiendo un error del tamaño de un autoBÚSh.
..........Creo, estoy seguro porque lo he sufrido, que no todos los profesores merecen el rango de maestros. Yo he conocido, y conozco, muchos profesores y pocos maestros.
..........Señor Keen, no volvamos a los tiempos en los que el conocimiento, y por tanto la posibilidad de escribir y de opinar, estaba reservada a unos cuantos; pocos, que a su vez, filtrados por otros menos, censuraban las opiniones de la mayoría. La cuestión, con respecto a esos incipientes adolescentes, es tratar de ampliarles el continente, y no llenárselo con los mandamientos de quienes, casi siempre, no son capaces de ofrecer una verdad (noticia) objetiva.
..........Pues yo, señor pionero Keen, creo que con la proliferación de opiniones, en blogs o no, no se atenta contra algo tan importante y tan subjetivo como la verdad, patrimonio de la humanidad y no de unos pocos. Creo que los periodistas, incluidos los cultos, que los hay aunque no abundan, no corren peligro de extinción como la verdad que tanto se esfuerzan en disimular con el fin de crear opinión política o de intereses desconocidos, aunque intuidos.
..........Creo que es más verdad la mentira (la ilusión, la fantasía) de los críos incultos de 14 años que la manipulación de unos maduros (?) titulados; profesionales de la comunicación vendidos, no en todos los casos, a los poderes por necesidades económicas y de supervivencia, menesteres que cualquiera de los adolescentes quinceañeros, blogeros o no, todavía no posee por lo general.
..........Creo que la vuelta de los expertos, saturados de perjuicios y dependencias, traería el dogma. Y para dogmas ya tenemos los de las iglesias.
..........Creo que si no tenemos en cuenta las opiniones de los niños, de los jovencitos y de los ancianos (¿por qué no?), unos incultos y otros no tanto, estamos cometiendo un error del tamaño de un autoBÚSh.
..........Creo, estoy seguro porque lo he sufrido, que no todos los profesores merecen el rango de maestros. Yo he conocido, y conozco, muchos profesores y pocos maestros.
..........Señor Keen, no volvamos a los tiempos en los que el conocimiento, y por tanto la posibilidad de escribir y de opinar, estaba reservada a unos cuantos; pocos, que a su vez, filtrados por otros menos, censuraban las opiniones de la mayoría. La cuestión, con respecto a esos incipientes adolescentes, es tratar de ampliarles el continente, y no llenárselo con los mandamientos de quienes, casi siempre, no son capaces de ofrecer una verdad (noticia) objetiva.
..........Y se lo dice quien no tiene 14 años, es blogero en mayor o menor medida, no es profesor ni maestro erudito, ni periodista en almoneda ni en título, pero que siente, escucha, lee y piensa, además de respetar su opinión sin compartirla. Buen futuro tengan usted, los chavales y la Red.
1 comentario:
Que razón tienes!!!!
Me encantan las opiniones frescas y sin mediatizar de los chavales
Esto, y la libertad de expresión
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