Cuando escribo lo que se me ocurre, sobre todo como parte de un todo, lo hago para y por mí. No tengo, no siento la necesidad de ser escuchado. Por el contrario, cuando me planteo que mis tonterías van a quedar al descubierto en la Red, esa necesidad aparece como un monstruo arrogante. Y tú dirás: ¿A qué viene esto? Pues viene a que todos necesitamos, en muchos momentos, sentirnos escuchados para sentirnos bien. Quizá me haya dado cuenta a tiempo de esta simpleza, para muchos evidente. Evidencia que, al no ser yo político, no tendrá trascendencia alguna para la mayoría de los mortales. Pero mejor así, no quiero tanta responsabilidad.
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2 comentarios:
Qué maravilla, cuado se logra aunar la necesidad de ser escuchado con la de escuchar, a quien por no ser ni poder ser "jamás"político es capaz de ver con alma de niño, sin corsés ni prejuicios, sino con la capacidad de ver el pueblo desde todos los angulos de la montaña y a quien tiene la virtud que no se reconoce, de remover las opiniones agenas.
Es obligación y responsabilidad de todos, poner lo mejor que llevamos dentro a disposición de los demás, de lo contrario ¿qué sentido tendría la vida?
Recuerdaaaahhh...
QUIERES JUGAR...!!?!?!
:)
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