La noticia, planta cuneiforme de formas y de colores variados y de flor reconocida, ha sufrido una evolución particular en el medio empresarial. Nacida como un hecho tardío, salvo la variedad vecinalis, germinan sólo aquéllas que un informador profesionalizado considera apetecibles. El horticultor de a pie las ve florecer en sus diarios invernaderos con unos colores y formas que en las grandes plantaciones de primeras planas y aperturas de telediarios mal se reconocen como comestibles; si bien, en algún programa o separata puntual, el hecho común y vulgar que la noticia cubre, es el protagonista. Así, la noticia ha tenido que involucionar y concretarse en dos grandes variedades, a saber: la que nos imponen y aquella otra que nos preocupa. La diferencia estriba en el abono usado en el momento de su germinación; mientras que la cotidiana, la que nace entre tierras que sufren el cotidiano paso de la vida no necesita productos químicos u orgánicos para crecer y ser, la otra, la inventada para mutar hasta ser flor de opinión partidista, cada día tiene más intervención de los peritos agrónomos y de los alquimistas de la macro-X, lobbys incluidos.
sábado, 26 de mayo de 2007
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