No sé qué me parece más chocante, si que hayan pasado casi cincuenta y dos años o que de éstos lleve junto a mi compañera treinta y cinco. No fuimos, ni somos, de los capaces de ver más allá del hoy. Y a pesar de que empezamos el caminar juntos por una apuesta, no apostamos porque lo nuestro perdurara; ni siquiera lo deseábamos. Simplemente vivimos. ¿Suerte?, no lo sé, pero tiene que haberla. ¿Amor?, tampoco tengo muy claro lo que es, pero tiene que ser. ¿Rutina?, seguro que la hubo y que la hay. Cuando uno se levanta todos los días y se pregunta si desea seguir compartiéndolo casi todo con quien ha dejado en la cama, o es un cabezón, o un inseguro o un convencido de lo que está haciendo, al fin y a la postre enamorado.
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1 comentario:
Pues qué demonios! Feliz Cumpleaños! =)
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