martes, 24 de abril de 2007
Un ideal y la muerte
Morir por un ideal, pase; pues tuya es tu vida. Pero matar, por cualquiera que éste sea, no, ¿eh?
sábado, 21 de abril de 2007
¿Refranes o leyes?
¿A dónde dará el ascua, sino en el dedo del quemado? (Vocabulario de Refranes, 1627, Gonzalo Correas, A-160, p. 11; edición de Louis Combet, Editorial Castalia, 2000).
Si algo malo puede ocurrir, ocurrirá. (Traducción libre de la llamada Ley de Murphy, s. XX; leída en Internet).
Desde A hasta B han pasado siglos. Pero no fue hasta B que se internacionalizó el contenido de ambas. El anonimato y lo más cercano no ofrece credibilidad, salvo en raras ocasiones. Todo lo tenemos dentro. Dentro de nosotros, de nuestras casas, de nuestros barrios, ... Pero no es hasta que nos viene adornado de bárbaro que sucumbimos a sus encantos. A veces y por ejemplo, lo anglosajón no nos lo imponen. Cualquier día nos venden que el sonido del despertador no actúa sobre los deseos de salir del sol, y elevamos a teoría aquello de que por mucho madrugar no amanece más temprano. La Ley de Murphy no es más que una vieja teoría que, desde que el hombre lo es, se demuestra (o no) a diario, al igual que el refrán que recoge Correas. A mí, particularmente, me suena mejor A que B, pero ya se sabe, ¿qué se puede esperar de uno por el que corre sangre visigoda, árabe, y a saber?, que de ninguna reniego, que todas salvan vidas.
Si algo malo puede ocurrir, ocurrirá. (Traducción libre de la llamada Ley de Murphy, s. XX; leída en Internet).
Desde A hasta B han pasado siglos. Pero no fue hasta B que se internacionalizó el contenido de ambas. El anonimato y lo más cercano no ofrece credibilidad, salvo en raras ocasiones. Todo lo tenemos dentro. Dentro de nosotros, de nuestras casas, de nuestros barrios, ... Pero no es hasta que nos viene adornado de bárbaro que sucumbimos a sus encantos. A veces y por ejemplo, lo anglosajón no nos lo imponen. Cualquier día nos venden que el sonido del despertador no actúa sobre los deseos de salir del sol, y elevamos a teoría aquello de que por mucho madrugar no amanece más temprano. La Ley de Murphy no es más que una vieja teoría que, desde que el hombre lo es, se demuestra (o no) a diario, al igual que el refrán que recoge Correas. A mí, particularmente, me suena mejor A que B, pero ya se sabe, ¿qué se puede esperar de uno por el que corre sangre visigoda, árabe, y a saber?, que de ninguna reniego, que todas salvan vidas.
miércoles, 18 de abril de 2007
Por un puñado de dólares
Cuando se dan estas coincidencias, uno siempre piensa que se podía haber metido el lápiz por el culo. Me refiero a mi último chistecito y a la matanza acaecida en la Universidad Politécnica de Virginia (EEUU). Ser oportuno es una virtud, ser inoportuno una putada. Pero a lo que importa, sin entender cómo funcionan las mentes que aún hoy defienden la libre circulación de material bélico, aplico la misma justicia lógica y humana para defender la abolición de la pena capital: basta un error para no aplicarla. Se me pasará, como otras veces, pero, desde que conocí la noticia, siento cierta repugnancia por convivir con gente que usa los derechos para hacer negocio, y con otra, que viendo lo que pasa, pasa de ello, bien por miedo, por un puñado de dólares o por un puñado de votos.
sábado, 14 de abril de 2007
viernes, 6 de abril de 2007
Uno de curas "entre vías"
Van tres curas, a los que les importa más la Forma que las formas, y les cierran el local porque no cumplen la norma ISO-taNa-Negra.
Este es el chiste, pero la gracia no acaba ahí (si es que la tiene), porque, encima, les pintan la iglesia de rojos ancestrales. Y como estos colores no gustan a otro gallego que Varre la Teología de la liberación en nombre de quien no usó uniforme ni jerarquía, pues eso, que cierra parroquia a la orden de ¡ar-zobispo! Los parroquianos se han quedado con unas Cáritas que no los reconoce ni Dios ni el más obispado de los zánganos. Claro, que éste pone más oídos a lo que dicen LosSantos por un micrófono de oro y con Fe de rico, que a las humildes opiniones de los que pasan sin dificultad por el ojo de una aguja oxidada, aunque en su momento fueran camellos o animalejos de la fauna suburbial, y que no coperan un ápice a la buena imagen bebida, que en este caso no pasa por SER la que Dios manda. Luego os extrañará que adoremos (a) otros(,) becerros.
Este es el chiste, pero la gracia no acaba ahí (si es que la tiene), porque, encima, les pintan la iglesia de rojos ancestrales. Y como estos colores no gustan a otro gallego que Varre la Teología de la liberación en nombre de quien no usó uniforme ni jerarquía, pues eso, que cierra parroquia a la orden de ¡ar-zobispo! Los parroquianos se han quedado con unas Cáritas que no los reconoce ni Dios ni el más obispado de los zánganos. Claro, que éste pone más oídos a lo que dicen LosSantos por un micrófono de oro y con Fe de rico, que a las humildes opiniones de los que pasan sin dificultad por el ojo de una aguja oxidada, aunque en su momento fueran camellos o animalejos de la fauna suburbial, y que no coperan un ápice a la buena imagen bebida, que en este caso no pasa por SER la que Dios manda. Luego os extrañará que adoremos (a) otros(,) becerros.
miércoles, 4 de abril de 2007
De este blog
No renuncio a publicar mis discursos, porque nunca deseé hacerlo por vía oficial y mercantil. Con quien vivo desde hace veintiocho años, y otros que anduvimos descubriéndonos, sí quiere. Ella misma; que para eso es libre y quiere presumir de compañero. De lo mío lo suyo, y viceversa. No soy humilde, ni lo contrario tampoco; me quedo en poco ambicioso, ajustándome a lo que nuestro diccionario define como ambición. Pretendo, eso sí, conocerme. Y si, por casualidad otro me conoce y me tiene en cuenta, mejor para los dos; pero sin más. Antes de este ejercicio editorial en la Red, reciente y sugerido, nadie que no conociera me había dedicado voluntariamente un minuto de su tiempo. Tampoco pretendo que tal tesoro se gaste en ello. La cuestión es que escribir me hace pensar en mí y en lo que me rodea, y a eso no renunciaré jamás. Por eso también leo. Por eso me siento vivo.
Esto me lo ha sugerido la pregunta que un tal Anónimo me deja en los comentarios de la entrada que titulé Consejos vendo... y que no había leído hasta hoy. Sólo puedo contestarte que al gato le pasó lo mismo que al que no hacemos ni puto caso. De ahí nació mi indisposición transitoria, aunque todavía colea por mi conciencia, como tantos otros errores de omisión. Siento no dar al asunto mejor término, pero nobleza y tú obligan. Gracias por dialogar conmigo.
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